Las palabras Ilusión, Espejismo y Maya corresponden a una unidad de concepto único y son sinónimos, pero en niveles y dimensiones del plano existencial muy diferentes. Estos tres se conforman como obstáculos del ser espiritual ante la tarea de la reintegración, pero conforman parte esencial y fuente de experiencia necesaria para el enriquecimiento del alma en este trayecto de retorno.
El Espejismo existe en tres planos:
1. Espejismo relacionado con el mundo físico.
2. Espejismo en el plano emocional.
3. Espejismo mental.
El materialismo: todo lo que puede verse o tocarse es real. Se considera aquí el factor físico como una realidad.
Es espejismo considerar al dinero como algo concreto, cuando sus monedas, billetes, etc., son solamente símbolos o vehículos de energía y, por tanto, no es esencialmente material.
El dinero está asociado con el amor a las posesiones, por lo tanto, es un espejismo emocional.
Íntimamente relacionado con el dinero está el espejismo de las apariencias. De preocuparse por lo que las cosas parecen, más que por lo que verdaderamente son.
Del anterior se desprende la necesidad de adaptarse. El “estar ocupado” y la sobrevaloración del “hacer” en contraposición al “ser”.